Digitalización de la Televisión: ¿para quienes?
El pasado domingo 25 del mes en curso, un artículo en la sección de economía del diario La Prensa Gráfica, informó la decisión del Superintendente de la SIGET, Luis Méndez Menéndez, de suspender los efectos de la resolución que entre 2009 y 2010 adoptaba para El Salvador el estándar de la televisión digital estadounidense, Advanced Television System Committee, ATSC por sus siglas en inglés.
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El superintendente recalcó que “suspendía”; pero que “no revocaba” la resolución, a pesar de reconocer que el proceso de selección de la anterior SIGET se había hecho de forma “inconsulta” por el entonces presidente Antonio Saca.
Técnicamente es conocido que la norma ATCS, adoptada en Estados Unidos, México y Canadá, es la que menos opciones ofrece para la ampliación del ancho de banda y con ello, de la posibilidad de mayores opciones en la lucha por la democratización de las comunicaciones. Las otras dos normas, la DVB (por sus siglas en ingles) que desarrolla el formato europeo, adoptada por 118 países del mundo, y el híbrido japonés-brasileño, adoptado en gran parte de Suramérica, dan la posibilidad a una mayor pluralidad y uso de otras señales de televisión, especialmente comunitarias, que en la actualidad no tienen o lo tienen limitado, el acceso en la televisión analógica.
En el mes de enero 2013 la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC-Capítulo El Salvador), Radio Televisión Izcanal, Radio Cadena Mi Gente, Radio Guazapa, Fundación de la Comunicación para el Desarrollo, Centro de Orientación Radial para la Mujer Salvadoreña (CORANS), Instituto para el Rescate Ancestral Indígena Salvadoreño (RAIS) y la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD), solicitaron al Superintendente de la SIGET, la inclusión de AMARC como su representante dentro de la Comisión que a nivel nacional tiene la misión de recomendar sobre el mejor estándar tecnológico para la implementación de la señal digital en nuestro país, y la respuesta de la SIGET fue que en la Comisión señalada solo se discutían “asuntos técnicos” y una posible incorporación de AMARC llevaría los debates hasta un ámbito político que no convenía a la Comisión. Al respecto destacamos que en la mencionada Comisión están representados los medios de televisión comerciales salvadoreños, no así representantes de los medios comunitarios.
Aplaudimos la decisión del señor Luis Méndez de suspender los efectos de la citada resolución; pero apuntamos que la adopción “técnica” de una de las tres normas tiene que dar paso a una verdadera democratización de las comunicaciones y al reconocimiento de los intereses y sueños de los tres sectores que hacen radiodifusión en El Salvador: El estatal/público, el comercial y el comunitario o sin fines de lucro. No puede ser que el sector comercial abarque todo el espectro de la televisión, como se ha concebido hasta hoy y como si nada cambiara.
El actual gobierno salvadoreño prometió hace cuatro años el “cambio”, incluida la democratización de las comunicaciones. Esperamos que la promesa se cumpla y veamos un verdadero proceso inclusivo, transparente y democrático en tan sensible tema para lograr una calidad incrementada de la democracia.
La digitalización de las comunicaciones, en este caso la de la Tv salvadoreña, debe ser una oportunidad para iniciar con la democratización de las comunicaciones y no debe servir para seguir fortaleciendo los oligopolios mediáticos en El Salvador. La digitalización de las comunicaciones es un asunto de país y por eso los tres sectores que hacemos comunicación debemos de participar en su desarrollo. Por eso nos preguntamos, ¿Para quién se digitaliza la Tv salvadoreña?