Hace años, precisamente en la década de los ochenta, me encontré con un maravilloso texto escrito por el brasileño y teólogo de la liberación Leonardo
Bof, donde él habla de “Los sacramentos de la vida”. Señala que cuando las cosas o personas se convierten y asumen tres grandes características–evocar, provocar y convocar– es porque han tenido la capacidad de trascender y, sobre todo, de indicar, señalar y revelarnos lo que se debe hacer hoy y mañana. Siguiendo esa premisa, estoy seguro de que Koos, Jan, Joop y Hans, los cuatro periodistas holandeses asesinados en El Salvador por el Batallón Atonal de la Fuerza Armada, hace treinta y siete años, continúan trascendiendo y enseñándonos qué significa hoy ser un buen periodista en El Salvador y la región centroamericana. ¡No tengo dudas!